Protegen contra picos y transitorios de voltaje provenientes de la red eléctrica pública o bien producidos de forma interna por la operación de equipos de gran consumo dentro de nuestra propia red eléctrica.
Disminuyen hasta en un 90% la vulnerabilidad a problemas eléctricos que van desde un comportamiento errático hasta la destrucción total de los equipos o carga crítica sensitiva